Eduardo Aníbal Varela Ramos, nace un 26 de Mayo de 1976, en el seno de una familia con una innegable tradición bomberil, siendo su padre por muchos años Superintendente del Cuerpo de Bomberos de La Serena.
Como es bien sabido, lo que se hereda no se hurta, y a sus jóvees 14 años, tomo la decisión de abrazar la vocación que desde muy pequeño su padre le inculcó, comenzando su destacada carrera en los cadetes del Cuerpo de Bomberos de La Serena, para luego, cuando ya contaba con edad suficiente, decidir ingresar a la que sería su casa bomberil por muchos años, su querida Sexta Compañía, Bomba Juan Soldado.
Su vocación de servicio, e innegable compromiso con su patria, produjo, que el joven Eduardo, tomara nuevamente una trascendental decisión en su vida, y que increíblemente tendría consecuencias muchos años después, decidió ingresar a las filas del Ejército de Chile, donde se destacó por su gran disciplina, sacrificio y constancia, hecho que lo llevó a desarrollarse en la unidad de Comandos del Ejército y donde resaltaría como un gran paracaidista, que le permitió recibir el cargo de Jefe de Salto, teniendo más de 200 saltos a su haber, con pasos no solo por nuestro país, sino que en el extranjero, en distintas competiciones militares.
Pero no todo en la vida de Eduardo estaba ligado a sus grandes pasiones, como era el Ejército y los Bomberos, sino que su vida giraba en torno a sus 4 grandes amores, sus hijos, Monserrat, Eduardo, Diego y Catalina, por quienes, siempre demostró un amor a toda prueba, mostrándose, a cada paso de ellos, como el mejor de sus amigos.
Pero la vida de Eduardo, estaba marcado por su espíritu aventurero, y decide en un minuto, abandonar las armas, para dar comienzo a una nueva etapa de su vida, una etapa de desarrollo personal y profesional, consiguiéndose titular como Ingeniero en Prevención de Riesgos y dedicándose desde ese minuto al ejercicio de su profesión, y a la docencia, docencia que desarrollo no solo en su área privada, sino que también en nuestra Institución, donde como instructor, llegó a ser Coordinador Regional de la Academia Nacional de Bomberos.
Ya pasados sus treinta años, aquel niño delgado que hacía más de 15 años había decidido cruzar el umbral del cuartel, comienza a tomar mayores responsabilidades en su Cuerpo de Bomberos, y es así, como en el año 2009, asume como Segundo Comandante del Cuerpo de Bomberos de La Serena, pero ejerciendo ese cargo solamente por un año, pues nuevamente, su espíritu deseaba trascender, y es así, como al año siguiente, vuelve a tomar una decisión en su vida y solicita autorización a su querida Bomba Juan Soldado, para fundar, apoyado por otros voluntarios, la Séptima Compañía del Cuerpo de Bomberos de La Serena, la cual en la actualidad, lleva su nombre, y de la cual fuera su director.
Tras haber cumplido su anhelo de fundar la Séptima Compañía, nuevamente es requerido por sus pares, para guiar los destinos de su institución, esta vez, desde el cargo de Comandante, desde esta tribuna, y guiado por su vocación, dotó de profesionalismo el actuar de su Cuerpo de Bomberos, estableciendo procedimientos que hasta el día de hoy, posibilitan un actuar seguro a los voluntarios de La Serena.
Pero nuestro Comandante, también era un visionario, y es así, como en el año 2011, se avoca a la tarea de acreditar a la unidad USAR, de este Cuerpo, hecho que desafortunadamente no pudo ver concretado, dado que se consigue a mediados del 2013, pero que sin la dedicación, compromiso y trabajo del Comandante Varela, no se hubiese podido conseguir.
Finalmente, llegamos al 25 de Diciembre del año 2012, día en el cual, nuestro Comandante Eduardo Varela Ramos, fue mandatado por el Directorio General, para que organizara una gran fiesta de Navidad para todos los hijos de los voluntarios del Cuerpo de Bomberos, la que sería coronada, con la llegada del viejo pascuero en paracaídas, representado por el Comandante Varela, quien era un experto paracaidista.
Desafortunadamente, el destino tenía otros planes, y aquella tarde que sería de dicha y alegría, se volvió gris y triste. Nuestro Comandante sumaba un galardón a su cargo de Comandante, el de Mártir, pero consiguió algo que muchas veces conversamos, y que muchos anhelan, logro trascender, quedando desde ese 25 de Diciembre, su nombre grabado con letras de oro, en la historia del Cuerpo de Bomberos de La Serena, y en la historia de Bomberos de Chile.
Fuente: Sexta Compañía - CBLS
